HONOR Y PAN A LOS HAMBRIENTOS A Azucena Villaflor, Madre, en memoria
Honor y pan a los hambrientos que claman contra las vallas, cada vez más firmes, y a los que nada claman ni dicen pero aguardan con tristeza un bocado (porque ellos no aparecieron de la nada sino del escarnio feroz y la subasta de aquellos y estos años). Honor y pan a los excluidos, malheridos, que se mantienen de pie contra el abismo en estos días groseramente desiguales, así como antaño sobre los bordes ciegos, cuando el país era del terror sin límite y este tiempo, estas horas, eran el futuro que ya se iba moldeando, cortando Honor y pan a los trabajadores ocupados que para la vida hacen esta historia, con y con ojos que quieren ver el horizonte, fue y es hoy, con penas, grietas, pozos y Eduardo Dalter Buenos Aires, 27 de marzo de 2006, a 30 años del comienzo de la dictadura. |