Si mis poemas todos se perdiesen la pequeña verdad que en ellos brilla permanecería igual en alguna piedra gris junto al agua, o en una verde yerba. Si los poemas todos se perdiesen el fuego seguiría nombrándolos sin fin limpios de toda escoria, y la eterna poesía volvería bramando, otra vez, con las albas. Fina García Marruz (La Habana, 28 de abril de 1923) |