¿Qué país es éste que arma a quienes son capaces de golpear y asesinar desocupados y maestros? ¿Quiénes se hacen (o no se hacen) responsables del nuevo boquete que se está abriendo en el país llovido, inundado?, mientras estremecen las tormentas, y los pobres (o jodidos) habitantes (o ya clientes) del país deben seguir escuchando las palabras vaciadas de vergüenza que ruedan, cercan, ensordecen y malhieren --prepotencias, vallados, nuevos latifundios, todo vale--, cuando el pozo se ahonda, y se ve que se ahonda, y ya no se puede tapar otro pozo más, otra hilacha más, en el lugar de la misma herida que late abierta como un grito. Eduardo Dalter Buenos Aires, 7 de abril, 2006 |