Danza, danza en silenciosa armonía en etérea coexistencia en el desplome de precarias desavenencias
danza en la luz primigenia en el calor de la tierra en algarabía, en muchedumbre celestial
danza al son del remanso del nuevo amanecer trino de ruiseñores
danza bella, sencilla, natural al pueblo al almácigo al azul a la lluvia a la espiga
danza sublime, inconmensurable dinastía del arte, del saber de la luz
danza al tiempo recónditos auspicios del arcoiris que inciten a vivir, luchar danzar...
danza, danza siempre bella bailarina del amor
danza incluso entre la pólvora, el alquitrán y el terrible naufragar de los marginados
danza, danza siempre
ese mundo posible ese resquicio humano que alumbre aún en sus más terribles tinieblas. Fernando Bellido -Noviembre/2005-
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