EPITAFIO
En vano recorro los capilares del desierto
para salir de tu ausencia, en vano
gravito océanos y cielos
buscando tu calor, y
sin embargo
estás tan cerca, amor
que sólo puedo caminar con tus pies, y
acostarme
con la nana de tus atardeceres.
Cuando la noche es un naufragio de estrellas
y el día
un sin fin de auroras
yo
me acurruco entre las flores
y sueño entre tus brazos.
Pero no encuentro el sonar
de tu corazón
entre la niebla
hay
tanta hormiga herida
tanta gente mutilada, que
los cementerios parecen hoyos
escavados a bombazos
y
el pecho del ser humano se quiebra
como una fina capa helada
de ozono
en el rocío.
No tengo hoy ni un llanto
ni un poema
ni un epitafio
ni un susurro para ti
amor
perdóname
tal vez sea que
la primavera aún viene en camino
y las alondras
de tus clavículas
danzan
en los arrecifes
de un nuevo día.
Fernando Bellido.
Granada, 20 de Marzo-2008.