Y qué despertares enhebraremos en la melancolía de los días que no fueron si al amanecer tu mirada no atravesó los cristales para dar cuenta del color de la nostalgia
Cómo inscribiremos el crepúsculo inacabado en el diametro de un tiempo que no se ha cumplido si tu suspiro no alcanzó la estatura de la nube
Cómo sabrá la mañana que la noche quedó inconclusa aferrada a una congoja que le cerró el horizonte a la risa encriptada en el borde de tus ojos
Y qué será de los días sin amaneceres como si les hubiesen robado la piel mordida a los duraznos dejando las pupilas ennochecidas
Sé que con mis manos torpes de tanto remendar ilusiones he aprendido a construir abrazos con la frágil costura de mi coraza a cincelar los besos guardados en el corazón violeta de los jazmines y a escribir en el acorde que guarda el crisol de la memoria la historia que no les conté en estos días nocturnales en que nos secuestraron hasta los despertares fotos y texto / mery sananes |