¿Quién soy? ¿Cómo me llamo? ¿De dónde vengo y a dónde voy? Muchos, por no decir todos, con frecuencia me preguntan.
Os quiero presentarme: soy pueblo, distrito y provincia. Me llaman Huaral ¡Capital de la agricultura!
Mi hogar está protegido por una franja costera, un zigzagueante afluente, un mar esplendoroso,
y muchas cumbres andinas. ¡No recuerdo, cuándo llegué! pero puedo decirles que ocurrió hace muchos siglos y desde entonces, vivo aquí.
Soy fruto de creación divina. Nací una mañana serena cuando el sol se abría risueño, el viento a la par, soplaba lento, y mis gritos se oyeron desde las playas hasta el infinito.
El nativo llegó conmigo, trajo su amor por el cultivo y zampoña en mano entonó tiernas melodías.
Mis campos producen: abundantes naranjas, exquisitas mandarinas, bosques de manzanas, toneladas de papas, fanegadas de maíz, y pampas de algodón.
Tengo, además conmigo: valles repletos de plantas, una fauna sorprendente y gente trabajadora.
Ayer como hoy, he visto a miles de niños correr por las extensas llanuras, unos, recogiendo pallares y otros, las ricas chirimoyas.
A todos cuanto nacieron, A todos cuanto llegaron, A todos os he abrigado, en esta humilde morada, que es, y siempre será tuya.
¡Ya no recuerdo a los nativos! pero, siento que están conmigo, labrando el campo con firmeza, quizás, como aquella mañana, cuando di un grito de libertad.
Tampoco recuerdo, cuántos han pasado por mi mesa, a todos, sin distingo, he atendido, y si Dios me permite vida, a todos seguiré abrazando.
Al escuchar a los tractores removiendo la tierra, mis oídos rejuvenecen y mi corazón late con agrado.
¡No he cambiado mucho, pero estoy envejeciendo! Ahora que ya saben, quien soy, os pido que me ayuden, que cuiden todo lo que tengo para tener un final feliz, tanto ustedes, como yo.
PEDRO CASTAÑEDA PARDO |