En este dia de pesebrerías y luna nueva estaré sentada en la mesa de la gente a quien quiero y en la de todo aquel que alguna vez dejó a orillas de mis párpados una ofrenda de flor de verso o de tiempo
En la de quienes no conozco pero con quienes diariamente comparto sus andares difíciles sus ilusiones de lluvia en este tiempo de sequías su empeño en rescatar la ternura y el amor por encima de cualquier resquebrajadura
Estaré silenciosa acompañando el lucero que alguna vez fue guía de milagros compartiendo el abrazo y rubricando la vida con pan de rosas y vino de consagrar dejando entre las hebras de la noche mis más altos deseos para cada uno y en especial para quienes no tienen la mesa servida y les han expropiado su sueño de amaneceres
En embustería está el Oratorio de Navidad de Johann Sebastian Bach, en su versión completa, para que derrame sus mensajes en éste y todos los días volcados hacia el nacimiento de la esperanza por encima de estos tiempos sombríos
He pecado en no ser feliz y busco a los no pecadores. Ya salté para los tristes; ahora estoy de vuelta. Espero que esta tarde, aún en la noche, cuando llegue el nuevo salto, mantenga la felicidad, extensiva en los sueños. Ya es costumbre vivir entre los tristes y los alegres, aleteos del colibrí.
que no se detenga la palabra que vuele en busca de su alameda que cante como los ruiseñores y ame con el impulso de la ola la fuente el río
que no se detenga que encienda las farolas de la noche las albadas de los días y nos coja de la mano entre las calles plazas caminos
que venga a visitarnos con su mochila de estrellas con su camino de hormiga con su vuelo de abeja
sea joven o vieja altanera o sabia lava o agua cristalina cascada o manantial lluvia luna nueva o llena arcoíris arena obsidiana coral
que no se detenga que venga en vuelo o danzando que sea huracán torbellino o dulce brisa y se siente junto a nosotros aquí tiene su espiga su silla su ventana su madreselva su lecho de auroras en cada atardecer
que no se detenga ni sobre los puentes rotos ni sobre los campos minados
Templada tu ira, borrón de papel, noche del universo…
Diana Poblet
la palabra que no se detenga antes sea grito logos despojamiento y explosión alborada insondable desgarradura epifanía umbral desafío gozo llamamiento hervor desnudez carnalidad inacabable rotación complot liberador subversión compasión expectación incubación conciliación aguda cómplice sabia comprensiva indetenible cosmos desplazamiento fulgor revelación no se detenga antes sea correlación soberbia alada implacable sospecha infinita ingenuidad huracán jugada prometeica radical indesignable religación riqueza plenitud nocturnidad dialogante deidad enamorada rotación enigma pasional milagro asombro inescrutable plenitud oscura claridad tiniebla iluminada desnudez total que no se detenga antes sea eje solar lucidez de sol hartura entrega gozo desenfreno apaciguante intimidad de sombras aleteo de muchedumbre de luciérnagas en el sueño del desierto enfurecido el buitre leonado de la guerra en los pavores de la Palestina aullido de Dios sobre el planeta que no sea sino la paz
conciencia tiempo vida espiral agite penas ansias trizas llanto desvarío azul temprano vieja copa desprecio grito reina silencio fuerza noche amor imposible suspiro beso alma juicio embriaguez cuento lloro angustia desamor cuenta juramento soledad recuerdo abrazo dicho paloma alas adiós locura soñador enamorado sin quehacer sin noche sin cordura sufrimiento abrazo árbol pena careta jardín tempritud salida llaga luna brasa pena alta nube alto desconsuelo alto sol amor arriba abajo abajo arriba desespero pobre árbol campo campana campanario callejón rojo corazón camino atajo pedazo brazo fe orgullo gota luz ojos luz final camino espera tiempo querer perdón corrido valor flor domingo martes lunes grito bala corazón ausencia ventura llanto niño anunciación presente eterno mundo nuevo nuevo día cerca sueño arrullo terciopelo nubes juntas juntos sueños manos corazón ausencia jazmín amanecer lejos cerca luz vagancia hechura lejanía estrellita tristeza alegría pobreza corazón barrio humilde barrio cerca llanto aventurero camino jinete baraja caminito jardín canción ojos noche estrella campana viento melodía cristal calle cuesta mundo sombrero ala vida entera ser alegría tiempo viejo incansable copa pendiente solitaria sueño pronto mentira confesión
Cristina Mery Eduardo Fernando que no la detengan No nos la dejaremos arrebatar