Gotas de sangre traigo
como lágrimas en lontananza
y son de rocío las llagas
sobre la obsidiana de los tiempos
bastión de albadas,
cuando el Che gravita galaxias
y acuna Continentes
en Plaza Revolución.
Cae el día
y allende es un arcoíris de manglares
que trepa, culmina
toda espiga, toda palma, todo arrecife
todo faro, todo cielo.
Tengo tu piel en las aceras
tus desgarraduras en los bordillos
y el caucho de la memoria
en los caminos que transitamos.
Allí donde la Patria
no es ni del ser humano
sino acacia de cielos rotos
planto abecedarios, arados
que traspasan, resquebrajan
fronteras
y soy horizonte
camino, en vuelo transito
tus valles
tus cielos
tus ilusiones
y tus avenidas.
Dame la mano que tengo guardada
en los confines del sueño
entreteje con tus palabras
la poesía del tiempo.
F. Bellido